COCETA reivindica que se dignifique la labor de los/as trabajadores/as dedicados a los cuidados, sector imprescindible para superar esta crisis

La Confederación Española de Cooperativas de Trabajo (COCETA) reivindica que se dignifique el sector de los cuidados y de los servicios sociales. Un sector que, en el caso de las cooperativas de trabajo, está realizando una labor encomiable en esta crisis, exponiéndose a diario y sufriendo condiciones de escasez de personal, recursos e incluso de medidas y protocolos específicos para manejar la situación con acierto. Casi 27.000 personas trabajan dedicadas a la Atención a otras Personas en más de 500 empresas cooperativas.

Y es que el principal valor del cooperativismo, situar primero a las personas, cobra un sentido pleno en aquellas empresas que se dedican precisamente a cuidar y mejorar las condiciones de vida de colectivos vulnerables, sean cuales sean sus circunstancias (mayores, dependientes, migrantes, familias desestructuradas o monoparentales, infancia tutelada…). Por ello, queremos destacar la labor de todas aquellas personas que trabajan en las cooperativas, como socias y socios o como personal asalariado, ya que, a pesar de las condiciones y el alto riesgo para su propia salud, están extremando sus esfuerzos, echándole muchas horas de dedicación, atención y cariño y procurando sacar adelante el trabajo.

Vemos a diario noticias negativas sobre la gestión de la crisis sanitaria por la COVID-19 en centros como las residencias de mayores. Desde nuestras cooperativas de trabajo, que recordemos sus propietarias y propietarios son a la vez trabajadores de las mismas, implicados en dar el mejor de los servicios, nos trasladan las dificultades que están teniendo para sostenerlo con poco personal: ceses voluntarios por miedo a los contagios o por los propios contagios, dejando puestos de trabajo que no logran cubrir; no llegan por parte de las administraciones públicas los epis suficientes; los protocolos de actuación o las medidas para evitar contagios son dudosas cuando no contradictorias de un día para otro… Esto ha conllevado mucha intranquilidad, ansiedad y depresiones entre usuarios y residentes, también por parte de las familias, que además no pueden visitar a sus seres queridos o, en el peor de los casos, ni siquiera despedirse de ellos.

Al final, es el sobreesfuerzo y la voluntad de las/os cooperativistas -que han reestructurado plantillas y cuadrantes, renunciado a vacaciones, a estar con sus familias, adaptándose a los protocolos cambiantes, etc.- el que saca adelante los servicios.

Por ello, desde COCETA les damos públicamente las GRACIAS.

Pero somos conscientes de que los agradecimientos no son suficientes, es necesaria la implicación de las administraciones públicas, en todos sus niveles, a través de la puesta en marcha de medidas específicas e inversión en políticas sociales. Una de las cuestiones fundamentales que esta crisis ha puesto de manifiesto es la necesidad de que exista una red de servicios sociales sólida, capaz de actuar como parapeto en momentos tan críticos como el que vivimos. Lo hemos visto con la sanidad, pero también lo estamos viendo con esos cuidados a los mayores y dependientes. Si lo social queda relegado, estamos condenados a fracasar como proyecto de país y sociedad.

Frente a cualquier recorte, defendemos lo contrario: inversiones en políticas activas de formación y empleo y ayudas a fondo perdido a todas esas empresas que, como las cooperativas de trabajo dedicadas a los servicios sociales o socio sanitarios, están comprometidas con mantener por encima de todo el empleo de personas que, para mayor inri, se dedican a cuidar a otras personas, con los estándares más altos.

Asimismo, desde COCETA consideramos necesario dar protagonismo y visibilidad a la infancia (sobretodo la más vulnerable, infancia tutelada, jóvenes migrantes) en las medidas de salida, y realizar un acompañamiento sobretodo de les colectivos con mayor dificultad de inserción.

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