El presidente de COCETA reclama que no se utilicen las cooperativas de trabajo falsamente

Ante la aparición de informaciones en diferentes medios, en relación a“falsos autónomos” – vinculándolos a las denominadas “falsas cooperativas”, y, más concretamente a “cooperativas de trabajo”-, la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA), expresa su protesta. Censura específicamente el mal uso legal, social y laboral que ciertas personas y entidades están haciendo de las cooperativas de trabajo, una de las figuras empresariales más destacadas de la Economía Social.

Juan Antonio Pedreño presidente de COCETA reivindica que “la cooperativa de trabajo nace para dar empleo a las personas que la forman; empleo de calidad, indefinido y estable. Las personas socias trabajadoras forman parte de estas empresas de manera libre y voluntariaponiendo en común su trabajo para producir bienes o servicios para terceros; es decir, cooperativizando su trabajo, y no para generar falsedades con un tema tan crítico como es el empleo”.

Es esta cooperativización del trabajo es lo que marca la diferencia entre este tipo de empresas y otras figuras que, aun y cuando legalmente estén constituidas como cooperativas de trabajo y se denominen así, realmente no son cooperativas de trabajo. Por ello, desde COCETA su presidente pide “que se termine con la inseguridad jurídica y la competencia desleal que genera este tipo de cooperativas, en las que los cooperativistas ni siquiera tienen claro lo que significa serlo”.

Son dos las realidades que están utilizando de mala manera la figura de la cooperativa de trabajo, y en ambos casos se está haciendo para eludir la legalidad. Son las “cooperativas” que unen a autónomos, facturando por ellos, y las que surgen de la externalización de departamentos de grandes empresas, precarizando el trabajo de quienes lo realizan.

“En ninguno de estos supuestos se trata de cooperativas de trabajo. En el primero, porque cada persona que se une a la cooperativa, lo hace realizando su trabajo, independientemente de otros; es decir, sin una unidad de dirección y organización, sin conocerse ni vincularse a un proyecto empresarial común”, explica Pedreño. “No se cooperativiza el trabajo, elemento esencial de la cooperativa de trabajo. Ello, sin entrar a valorar otras variables de índole tributaria y laboral (…). En el segundo supuesto, se está obligando a trabajadores por cuenta ajena a transformarse en cooperativistas. Se externalizan unidades o departamentos de la empresa, mediante su traspaso a cooperativas de trabajo, sin que los trabajadores hayan decidido crearla, y, además, con unas condiciones socio laborales, inferiores a las que les corresponderían como trabajadores por cuenta ajena”.

Desde COCETA, agrega Pedreño, “se quiere colaborar con los poderes públicos, con los sindicatos, con las organizaciones de autónomos y con las personas afectadas para encontrar soluciones legales para quienes precisan un marco jurídico que responda a su débil situación como autónomos, así como para analizar si las cooperativas de trabajo creadas para externalizar determinadas unidades-líneas de producción de empresas existentes, reúnen de facto y no solo de iure los elementos que configuran la cooperativa de trabajo, y , si fuera necesario realizar modificaciones en las legislaciones vigentes”.

“En definitiva, desde COCETA queremos que la sociedad en general conozca que la COOPERATIVA DE TRABAJO es una empresa perteneciente a la economía social, cuyo principal valor son las PERSONAS que la forman, con el objetivo de tener un trabajo estable, indefinido, sin discriminación de género, con respeto al ambiente y enraizado en el territorio”, concluye Pedreño. “La cooperativa no puede ser un modelo usado para defraudar, en donde la participación, un pilar del cooperativismo, se ejerza como un acto administrativo“.

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