Este 8M, Día Internacional de la Mujer, recordamos la utilidad demostrada de las cooperativas de trabajo para avanzar en igualdad

La Confederación Española de Cooperativas de Trabajo (COCETA) reitera su llamamiento este 8M a seguir avanzando hacia la igualdad real entre mujeres y hombres a través del cooperativismo. En concreto, apuesta por la proliferación de cooperativas de trabajo como instrumentos útiles para lograrlo. Asimismo, COCETA se alinea con la propuesta de la ONU, que este año trabaja el tema “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”, y con la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), que recuerda que las cooperativas sirven para reducir las injusticias socioeconómicas a las que se enfrentan las mujeres.

Desde la Confederación, representando un modelo empresarial que es pilar de la economía social, alineado con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, manifestamos que acabar con las desigualdades sociales, que se ceban especialmente con las mujeres en todos los ámbitos y en todos los lugares, así como con las violencias que esas desigualdades conllevan, es uno de nuestros retos prioritarios.

Sabemos que una de las vías para reducir la brecha de género pasa por el empoderamiento de la mujer, mientras se tiene que avanzar en leyes y en la aplicación de cambios legislativos, educativos, culturales y en el diálogo social que rompan con el machismo estructural. En ese empoderamiento, el que las mujeres sean autosuficientes en el aspecto financiero parece un concepto antiguo y superado, pero muchas veces su dependencia económica persiste y perpetua sus roles tradicionales. Asimismo, es importante que la fórmula “a iguales deberes, iguales derechos” en el ámbito laboral no sea solo un eslogan y que existan las posibilidades de conciliación real, caminando en la dirección de la corresponsabilidad en los cuidados, que siguen siendo eminentemente femeninos.

Las cooperativas de trabajo nos reivindicamos como instrumentos útiles para lograr la igualdad de género (el ODS nº5) porque traducimos en hechos ese empoderamiento: contamos con más mujeres en puestos directivos que otro tipo de empresas, rompiendo techos de cristal, y más de la mitad del cuerpo de cooperativistas son mujeres, que son dueñas y trabajadoras a la vez, con idéntica voz y voto en las decisiones. Asimismo, forman parte de empresas más flexibles e implicadas con la conciliación, en las que la maternidad (y paternidad) o el cuidado de personas dependientes no son vistas como un lastre para los objetivos de la empresa. En definitiva, al poner en el centro a las personas, las cooperativas de trabajo ponemos en el centro a las mujeres.

Malena Riudavets, vicepresidenta de COCETA e integrante del Comité de Género de la ACI, ha recalcado un año más la importancia de que las mujeres “se apoderen de su futuro profesional a través de un puesto de trabajo estable y digno, flexible en su organización y condiciones para organizar su vida con libertad. Esto encaja perfectamente con los valores cooperativistas, por eso defendemos que somos el modelo empresarial más igualitario, el modelo a seguir”.

 

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