La Economía Social se puso de largo ayer en Navarra y celebró su día, en Casa Gurbindo (Pamplona), con representantes de empresas y organizaciones que concentran más de 200.000 empleos directos en la Comunidad Foral y han incrementado en un 45% los puestos de trabajo generados en el último lustro.
Ignacio Ugalde, como presidente de CEPES Navarra (Confederación Empresarial de Economía Social de Navarra) solicitó el desarrollo de un segundo plan estratégico para que su sector pueda “aportar el valor que demanda la sociedad de Navarra”.
El cooperativismo, pilar de la Economía Social, se muestra en Navarra especialmente diverso, integrado por cooperativas de trabajo, agroalimentarias, centros de inserción socio-laboral, entidades de economía solidaria y fundaciones. De esta forma, se está presente "en todos los sectores de actividad y en toda nuestra comunidad", señaló Ugalde, quien preside también ANEL, la organización integrada en COCETA que representa a las cooperativas de trabajo en el territorio. Esa diversidad, precisamente, es la que permite "actuar en el mundo industrial, de servicios, de la distribución, agrario, financiero, cultural, social, deportivo, de la salud… Incluso poder trabajar tanto a nivel local como internacional”. Además de diferencias, continuó Ugalde, “compartimos características comunes” ya que “somos empresas, entidades y organizaciones que tenemos a las personas como centro”. "Nuestra actividad aporta valor a la sociedad en su conjunto”, apuntó.
Se trata de empresas imbricadas con su entorno, que no se deslocalizan, por lo que contribuyen a reducir las desigualdades y que buscan “la sostenibilidad frente al resultado a corto plazo”. De ahí la importancia de contar “con el máximo apoyo de las instituciones” porque generan “valor social que revierte en el bienestar de todas y todos”, continuó.
En este sentido, organizaciones de Economía Social de Navarra, como ANEL o UCAN, están siendo pioneras en aplicar la contabilidad social. “A través de la monetización del valor social se está poniendo de relieve el efecto multiplicador de nuestra labor y como afecta muy positivamente al entorno”.
Por eso, añadió Ugalde, es necesario “aunar fuerzas para definir y poner en marcha un Segundo Plan de Economía Social. Un Plan todavía más amplio y ambicioso, que escuche, reconozca y apoye la labor de tantas personas comprometidas, en su día a día, con las empresas y entidades de la Economía Social”.
“Constituimos la economía real, la que se esfuerza por aportar estabilidad frente a la incertidumbre, el riesgo de deslocalización, los cambios de ciclo y las transformaciones tecnológicas”, concluyó.
La Asociación Fundaciones de Navarra, miembro de CEPES Navarra, actuó de anfitriona. La jornada contó con la colaboración del Gobierno de Navarra. De hecho, María Chivite, presidenta de la Comunidad Foral, participó en la clausura.