La semana pasada, como parte de la Junta Directiva de CEPES, Luis Miguel Jurado, presidente de COCETA, asistió a una reunión con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo. En ella, además de suscribir todo lo que se le transmitió desde CEPES en materia de ecconomía social, en relación con las cooperativas de trabajo asociado, le trasladó a Núñez Feijoo las siguientes cuestiones:
-Que COCETA representa a más de 17.600 empresas de gestión colectiva, cooperativas de trabajo, como máximo órgano estatal, también en el ámbito internacional.
-Que hablamos de un modelo empresarial que supone más del 5% del PIB y que da trabajo directo a más de 300.000 personas en España.
-Que las cooperativas de trabajo se basan en principios y valores como la participación democrática de las personas socias cooperativistas, el arraigo territorial, la flexibilidad o la independencia.
Destacó, entre las bondades de las empresas cooperativas, y respaldada por su resiliencia demostrada, su capacidad para afrontar retos que son inaplazables, como:
1. El demográfico: ya sucede que son cooperativas las que hoy dan servicios en zonas rurales y en riesgo de despoblación. Una razón para apostar por ellas y favorecer su implantación.
2. La igualdad: en las cooperativas de trabajo, más del 51% son mujeres que perciben el mismo sueldo que los hombres (se cumple aquello de que “a igual trabajo, igual remuneración”), por lo que no tiene mucha razón de ser hablar de brecha salarial. Además, el porcentaje de mujeres en puestos directivos es mayor que en empresas mercantiles. Algo tendrá que ver también el hecho de que se hagan mayores esfuerzos en la conciliación de las vidas profesional y laboral.
3. La sostenibilidad: el cuidado de las personas y su entorno está en el centro de las decisiones cooperativas, por lo que es incongruente que una cooperativa de trabajo no haga lo posible por ser todo lo sostenible que esté a su alcance.
4. La precariedad laboral: el cooperativismo de trabajo tiene como máximas la calidad y el mantenimiento del empleo. Esto último se antepone en momentos de crisis. Gracias a la flexibilidad del modelo y a la toma de decisiones conjuntas, se establecen las medidas necesarias para no dejar a nadie en el camino. Además, es una fórmula empresarial ideal para profesionalizar y dignificar los llamados “trabajos de plataforma”, que son una realidad y cada vez van a copar más actividades, así como la integración de la digitalización sin perder esa calidad del empleo.
5. La falta de oportunidades laborales para los jóvenes: la cooperativa de trabajo es un modelo que proporciona a la juventud una herramienta para poner en marcha un proyecto profesional, sin un gran esfuerzo económico y adaptable a prácticamente cualquier sector.
Entre las principales demandas, Jurado reclamó una agilización de todos los trámites administrativos y de aumentar y la mejora de los cauces de colaboración público-privada, reconociendo de facto la categoría de “empresa” a las cooperativas, que como tales, generan riqueza y empleo. "Desde COCETA pedimos y entendemos que es justa nuestra presencia en los órganos de diálogo social y en todas las mesas donde se tomen decisiones sociolaborales (Educación, el SEPE, Industria, Asuntos Sociales…). Es decir, una presencia transversal, dado que las cooperativas operan en todos los sectores, y una apuesta clara desde todas las administraciones por su visibilización e implantación", recalcó el presidente de COCETA.