La economía social y solidaria ha cobrado una fuerte presencia en la región Mediterránea en los últimos años, emergiendo como herramienta clave para generar riqueza económica y social. La creciente colaboración de organizaciones del sector, como cooperativas, mutuas y asociaciones, con el sector público y privado, ha demostrado que pueden contribuir de forma importante a buscar soluciones a los actuales retos de la región, tales como: las altas tasas de desempleo juvenil, igualdad de género o protección social.